Tendencias feministas en la educación superior a distancia e híbrida: una revisión de alcance

by | J de Jun de 2022 | Educación superior, Journal, Tecnología

Resumen

Los modelos de educación superior a distancia se pueden describir desde la base teórica y práctica de la pedagogía feminista. El objetivo de este trabajo es conocer qué enfoques feministas se identifican en los modelos pedagógicos adoptados por la educación a distancia e híbrida en la Universidad y qué características curriculares tienen. El scoping review se realiza sobre un total de 126 revistas aglutinando 60 indexadas, 30 especializadas en género y 6 en educación. La muestra final está compuesta por 10 trabajos que cumplen los criterios de inclusión establecidos. El método de revisión se basa en tres fases de recopilación, descripción y análisis con diferentes tareas y se sigue el protocolo PRISMA-ScR (Preferred Reporting Items for Systematic reviews and Meta-Analyses extension for Scoping Reviews). Los resultados obtenidos de la metodología mixta aplicada muestran tres perspectivas que marcan tendencia en los modelos de educación superior a distancia e híbrida desde enfoques feministas: (a) feminista-pragmática, (b) feminista eco-dialógica y (c) interseccional-tecnofeminista. Estas tendencias muestran la aplicación de principios feministas al diseño curricular y su implementación en la educación superior a distancia e híbrida.

Introducción

Hay poca literatura científica que aborde la educación a distancia en intersección con la pedagogía feminista (Koseoglu, 2020). La literatura científica (Koseoglu et al., 2020; Migueliz et al., 2020) señala la necesidad de desarrollar más estudios desde una perspectiva crítica que ayuden a superar este vacío de conocimiento, contribuyendo a profundizar las interacciones teóricas y prácticas entre las perspectivas feministas y los modelos de educación a distancia. Estas interacciones entre ambos campos del conocimiento han sido catalogadas como “relaciones conflictivas” (Aneja, 2017, pags. 851). Según Herman y Kirkup (2017) sostendríamos que la pedagogía feminista, tal como se entiende en general, tiene una ubicación histórica particular y es necesario desarrollar nuevos enfoques teóricos para tener en cuenta los entornos de aprendizaje modernos mediados por la tecnología, así como las nuevas prácticas de diseño de aprendizaje.

La literatura científica ha señalado limitaciones en la incorporación de la pedagogía feminista tradicional a la educación a distancia, pero también señala que puede abrir nuevas oportunidades de igualdad (Patterson, 2009). Murray et al. (2013) sugieren que la pedagogía feminista puede mitigar las desigualdades relacionadas con las estructuras convencionales de género al constituir la base para el diseño del aprendizaje y abordar la formación a distancia desde una perspectiva constructivista centrada en el aprendiz.

Para Lamberto (2019) uno de los principales temas de preocupación para las instituciones de educación superior es ampliar y garantizar la participación equitativa de los estudiantes en la educación a distancia en línea, pero aún falta que la investigación desarrolle modelos conceptuales que orienten el desarrollo del plan de estudios. Según Lamberto (2019), los estudios a menudo desarrollan recomendaciones sintetizadas a partir de entrevistas con el personal y los estudiantes y ofrecen información sobre lo que las instituciones de educación superior pueden hacer para ser más solidarias y equitativas en la participación en línea. Sin embargo, si bien las recomendaciones pueden ayudar a las universidades a planificar y estructurar sus servicios de una mejor manera, no son lo suficientemente detalladas como para guiar el diseño del plan de estudios (Lambert, 2019, pags. 162). Un ejemplo es el estudio de Nyaruwata (2018). En este estudio, se eligió la teoría feminista para ayudar a la investigadora a comprender cómo el modo dual mejora la igualdad de acceso a la educación superior. Específicamente, la teoría feminista ayudó a comprender cómo la provisión de modos de aprendizaje a distancia convencionales y en línea aumentó el acceso a la educación superior.

En este sentido, la pedagogía feminista puede ser una oportunidad. Chick y Hassel (2019, pags. 198) explican que si no hacemos un esfuerzo por mostrar en qué consiste la pedagogía feminista y los beneficios que trae, “seguirá siendo un concepto entendido solo por las educadoras feministas, incomprendido por nuestras compañeras e invisible para nuestras alumnas. Además, si no se describen las muchas formas en que la pedagogía feminista es aplicable a los entornos en línea, se asegurará de que florezcan los mitos y los conceptos erróneos sobre la enseñanza en línea y que solo persistan las peores versiones de la pedagogía en línea”.

Modelos en línea, híbridos y HyFlex en la educación superior

La educación a distancia (ED) y la educación híbrida ha evolucionado junto con los cambios sociales, educativos y tecnológicos. En las últimas décadas y, sobre todo, en los tiempos de aceleración digital que vivimos, los modelos de educación a distancia habían adquirido múltiples facetas y se habían vuelto más complejos.

En la educación a distancia e híbrida, la pedagogía y la tecnología juegan un papel fundamental. Y la “distancia”, más que geográfica, es psicológica, social y cultural-histórica (Herman & Kirkup, 2017). La superación de la distancia, a través de prácticas tecnológicas mediatizadas fundadas en principios pedagógicos, llevó al desarrollo de una amplia gama de posibilidades educativas.

En línea con Bates (2020), es crucial el criterio diferenciador que distingue la educación a distancia en línea de la educación semipresencial y, dentro del ámbito de la educación semipresencial, diferenciar la educación híbrida y la HyFlex. Si los modelos de educación a distancia en línea, una forma de aprendizaje a distancia, privilegian la flexibilidad de tiempo y espacio, aseguran la autonomía del aprendizaje a través de Internet, los modelos de aprendizaje mixto pueden ir desde la digitalización de contextos de aprendizaje presencial hasta el diseño de nuevos cursos que promuevan el aprendizaje flexible, recombinando los modos de aprendizaje en persona y en línea.

Dentro de los modelos mixtos, destacamos los modelos híbridos y HyFlex. Los modelos HyFlex brindan a los estudiantes la oportunidad de combinar diferentes modelos de aprendizaje, de acuerdo con su agenda personal (Bates, 2020). Para He et al. (2015) los desafíos más importantes para el diseño y la implementación de HyFlex es garantizar que los estudiantes en línea puedan participar (y se les anima a participar) en experiencias de aprendizaje interactivo que conduzcan al logro de importantes resultados de aprendizaje. Para Beatty (2019) Los cursos de HyFlex se caracterizan por una combinación de componentes de aprendizaje en línea y presenciales. En particular, los estudiantes pueden elegir completar cualquier parte del curso en modo en línea y/o presencial.

Para Herman et al. (2019) al examinar la flexibilidad, encontraron muy poca evidencia de programas que pudieran apoyar la elección de los estudiantes en la flexibilidad de la combinación, algo que ha sido aclamado como un beneficio potencial para el aprendizaje combinado. También hay evidencia de que el uso del aprendizaje mixto puede usarse para apoyar programas de aprendizaje dirigidos a mujeres.

De la pedagogía digital crítica a la pedagogía digital feminista

La pedagogía digital crítica es un concepto emergente en la educación (Bontly et al., 2017). Para estos autores, la pedagogía digital crítica es la intersección de la pedagogía cultural crítica, la pedagogía culturalmente sensible y la pedagogía digital. Según Rodríguez y Denoyelles (2014) los objetivos de la pedagogía digital crítica son: (a) hacer que los entornos sean más dialógicos, inclusivos y centrados en el estudiante, (b) hacer que las experiencias de aprendizaje en línea sean más adaptadas al estudiante, c) hacer que los estudiantes puedan expresarse en un manera más rica lo que han aprendido de forma autónoma. Estos objetivos son comunes a la pedagogía feminista.

Sin embargo, otros objetivos y características identifican a la pedagogía digital feminista. Para Aneja (2017, pags. 852), el principal objetivo de la pedagogía feminista que muestra más resistencia en el plano digital es “establecer contacto personal, y su falta de espacio para la validación de experiencias individuales y subjetivas que pueden surgir en discusiones de aula participativas y sincrónicas”. Para Cox et al (2021), la compasión radical por sus alumnos se practica desde la pedagogía feminista, haciendo todo lo posible por aliviar las cargas de sus alumnos, promover su seguridad y bienestar.

Hay autores que insisten como Chick y Hassel (2009) y Rodríguez y Denoyelles (2014) que la incorporación de la pedagogía feminista dentro del ámbito digital es indispensable y que debemos considerar críticamente cómo la tecnología seleccionada media las experiencias de los estudiantes. Una selección de principios pedagógicos permite abordar este desafío. Los principios pedagógicos clave que orientan la estructura de cursos o acciones formativas desde la pedagogía digital crítica son: (a) ruptura de la jerarquía (docentes y estudiantes establecen conjuntamente el plan de estudios) (Hutchinson, 2021; Rodríguez y Denoyelles, 2014), (b) aprendizaje participativo (centrado en los intereses y metas de los estudiantes) (Rodríguez & Denoyelles, 2014), el currículo representa los intereses y necesidades de las mujeres (Koseoglu, 2020), (c) construcción social del conocimiento, lo que implica desarrollar un sentido de comunidad y trabajar en redes y equipos de apoyo (Rodríguez & Denoyelles, 2014), el plan de estudios brinda conexión social y oportunidades para establecer contactos (Koseoglu, 2020), (d) centrar la emoción, (implica la atención emocional no solo cognitiva de los estudiantes y el desarrollo de la pedagogía del cuidado) (Hutchinson, 2021), (e) el plan de estudios se basa en “cuerpos de conocimiento establecidos que reflejan un punto de vista femenino” y formas de impartirlos (Koseoglu, 2020) y el currículo está diseñado para el aprendiz imaginario autodirigido e independiente (Koseoglu, 2020).

Hay estudios específicos que sugieren que no debería haber un modelo de «talla única» para el aprendizaje combinado y que se requiere más investigación para que los modelos de educación a distancia se puedan adaptar a las necesidades específicas de los grupos de estudiantes (Herman et al., 2019).

Desafíos para la educación superior a distancia e híbrida desde una pedagogía digital feminista

Repensando la teoría de la distancia transaccional. para moore (1997, pags. 22) la distancia transaccional (TDT), es “un espacio psicológico y de comunicación a atravesar, un espacio de potencial incomprensión”. Bolliger y Halupa (2018, pags. 209) recogen las críticas de Kang y Gyorke (2008, cit. en Bolliger & Halupa, 2018), sobre la TDT de Moore que no aborda la crítica…

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